domingo, 26 de enero de 2014

Mis memorias tristes

Y aquí estoy, como cada día, removiendo mi café con la mirada clavada en el cuadro de este deprimente lugar.
Pienso en como he podido acabar así, pasando mis días sólo, en un ambiente gris, rodeado de gente la cual no conozco, pero a la cual me une un sentimiento, la soledad.

Recuerdo cuando era un joven cargado de sueños, soñaba con llegar a ser un gran periodista, cubrir un importante acontecimiento histórico o ser corresponsal de guerra para mostrar al mundo la cruda y triste realidad que nos rodea.

Soñaba a su vez con conocer a una hermosa joven con quien compartir mis secretos, vivencias y aventuras.

Mi sueño de ser periodista se desvaneció tras acabar la universidad, fui pasto del desempleo, me ví empujado a emigrar buscando un lugar donde trabajar. Finalmente conseguí trabajo como bibliotecario en Leipzig. Allí intenté dominar a la bella bestia de la literatura, descubrir sus secretos y ser capaz de crearla de mi puño y letra.

Escribí numerosos relatos y dos novelas que mandé a diversas editoriales a fin de conseguir convertirme en escritor. A día de hoy no he recibido respuesta de ninguna de ellas.

Mi búsqueda de una compañera de vida comenzó en el verano de 1993.
La primera mujer que se cruzo en mi vida, era una chica alta,rubia de ojos claros y con la belleza de una sirena. Levantaba miradas allá donde iba y rompía corazones a todo aquel al que dirigía la palabra.
Nos conocimos en una cafetería cercana al paseo marítimo de Gijón, yo, apuntaba en mi libreta frases inconexas sobre el paisaje asturiano cuando de pronto, tras alzar mi mirada la ví, y ella me vió a mí, no hizo falta una sola palabra para encender la llama de nuestros corazones, supimos al instante que nuestros cuerpos arderían juntos, y así fue, tras una breve charla, nos entregamos a los brazos de la pasión aquella noche, en la fría y angosta cama de hotel donde me alojaba, no me dijo su nombre ni yo el mío, total, aquello no importaba lo mas mínimo, una simple mirada suya bastaba para llamar mi atención y llevarme a donde quisiese.

A la mañana siguiente, se marchó, no sin antes dejarme una nota sobre la mesilla escribiendo la hora y el nombre de la cafetería para encontrarnos aquel día.
Aquel detalle se convirtió en costumbre y día tras día uno de los dos ejercía el ritual.
Pero como toda costumbre, un día deja de serlo , y una mañana la nota no apareció,seguí acudiendo al café a la hora de siempre por si lograba volver a verla pero allí no apareció nunca más.

Años mas tarde, mientras trabaja en Leipzig, una belleza angelical volvió a pasar ante mis ojos. Era una refinada joven alemana de rojizos cabellos y tez pálida, con mirada inquieta y una enorme sonrisa. Se acercó a mí para que la buscase un ejemplar de "Muerte en Venecia" , la acompañe hasta la estantería de Mann pero no se encontraba ningún ejemplar disponible, la chica preguntó por su regreso al estante y la cité al siguiente día con la promesa de que allí estaría un ejemplar.
Al día siguiente apareció horas antes de cerrar la biblioteca para recoger su ejemplar, ante el hecho de que no iba a aparecer ningún libro en la estantería, cogí de mi biblioteca privada el libro, lo guardé en mi escritorio de la biblioteca y se lo entregué cuando vino, tras ver cumplida mi promesa sonrió y pronto advirtió que aquel ejemplar no era de biblioteca, me miró y preguntó acerca de él, yo le conté la verdad sobre su origen y ella en agradecimiento quiso invitarme a su casa a tomar café y comentar así el libro.
Una vez en su casa, le mostré mi pasión por la escritura y le leí algunas de mis 'obras' sus ojos comenzaron a centellear y quedó ennubilada con mi prosa. Aquella noche, tras mi recital de poesía, quiso ser mi musa y me entregó su amor.
La velada fue pura pasión, pero a la mañana siguiente tras llegar a la biblioteca se convirtió en desolada indiferencia.
Como un camaleón, evitó el cruce de miradas y palabras, olvidando lo vivido la noche anterior. Pase de ser el dulce juglar que hacia centellear sus ojos, para convertirme en el bibliotecario desconocido al que se devuelve un libro.

Tras aquellas dos amantes, mi corazón se enfrió y mi carácter idealista murió, me convertí en una persona rutinaria y pesimista, que pasa sus horas sobre el mostrador de una biblioteca o removiendo un café en un decadente bar.

Es triste cuando un escritor relata sus desamores ya que trata de adornar con bellas palabras sus momentos mas grises.

Y esa, queridos lectores ha sido mi vida.

jueves, 9 de enero de 2014

El dolor de las palabras

Las palabras son aquellas herramientas que nos ayudan a comunicarnos, expresar nuestros sentimientos,de decorar la música y de entender el mundo. Pero, ¿Que pasa cuando las palabras se usan para atacar la integridad de otras personas?, cuando se cargan los fusiles de palabras dañinas y denigrantes para disparar hacia una persona.
La mayor parte de esos disparos no logra penetrar la carne, siendo repelidos, pero tanto la metralla como la reiteración de ellos consiguen introducirse en tu interior formando cicatrices y heridas internas que en ocasiones modifican tu forma de ser.
"Las palabras se las lleva el viento" Una frase que en efecto se cumple, pero como todo aquello que el viento lleva,deja reminiscencias, en este caso, dentro de ti , que dejan huella.

La imaginación

Me preguntas ¿Que es la imaginación? La imaginación querida es esa fuerza que habita en tu cabeza, que susurra a tus oídos sus vivencias, que es capaz de crear de la nada la más grande de las historias, que con un chasquido construye mundos paralelos y te teletransporta a ellos.
Pero la imaginación,como todo ente divino, precisa de un traductor, de un guía que traduzca el mundo imaginario en imágenes y palabras para que tu puedas escribirlo.Ese traductor querida, son las musas, pequeñas y luminosas hadas que posándose sobre tu hombro te cubren con el maravilloso polvo de la inspiración.
Si alguna vez te topas con la bendición de una de ellas no la dejes escapar y haz que tu pluma traduzca sus bellas palabras, quien sabe si quizás alcances crear un extraordinario soneto o una esplendida novela.
Eso querida, es la imaginación.